jueves, 18 de octubre de 2007

Comienzos

Relatos de una almohada
Capítulo I, Tomo 2, edición 6, Libro 5 Versículo 32, anexo B, párrafo 87- 91

Aun cuando mi oído escuchaba el suave ronroneo de mi dulce almohada. Se me hizo imposible ignorar, lo que en pocos momentos ocurriría. El sol brillaba en el cielo (o al menos eso creí yo) la tierra estaba donde debía estar aún, no se oía el canto de las aves, ya que en este tiempo ellas migran hacia el norte, y mi pequeña familia estaba toda donde siempre esta un domingo por la mañana.
Ojala todos los domingos no fueran iguales, porque cada semana, a mi vieja se le ocurre ponerse a pasar la aspiradora como a las 10 de la mañana. Algo NO recomendable cuando se siente la cara como patada de mula, después de un sábado que duro más de 24 horas. Con ella no se puede tratar, es una joven obsesiva por la limpieza. Si, es joven, me tuvo a los 16 de edad, y aun parece de esa edad. Y debo decir que es todo un pokemon. Ropa negra, pelo muy alisado, y tan largo q le llega a las rodillas, en general se le ve un solo ojo, ya que el otro esta tapado por su pelo (aunque pareciera que de verdad solo tuviera uno) y anda siempre llena de cadenitas con púas y esas cosas. Más de una vez me ha castigado porque le he dicho que parece una perra, me refiero a animal, porque usa uno de estos collares de cuero, si tuviera una correa lo suficientemente gruesa, podría sacarla a pasear de ves en cuando.
La otra loca en mi casa es mi hermana, es una boba media loca, que anda con su muñequita para todos lados. Esta cabra chica, tiene como 15, esta media traumada (ARTO), ya veo que el próximo año algún desesperado le pone el ojo y termina igual que mi madre, con guagua y demente, pero la verdad es que no me nace contar sobre este ser patético. Sobre mi papá, mira la verdad no se, me imagino que tuvo algo que ver con que mi vieja me tuvo tan joven, en realidad, se la cagó.
Para variar las dos chifladas estaban pelando cables juntas en el comedor, mientras una aspiraba, la otra colgada de su muñequita. A juzgar por el hambre indiscriminada que sentía en ese momento, seria medio día, y fue cuando todo cambio. El suelo empezó a vibrar insidiosamente como un lobo preparándose para saltar sobre la espalda de su presa, el aire cambio su tonalidad de un blanco puro a una tonada de negra muerte, mi pie se volvía cada vez mas y mas pesado, realmente era un plomo que colgaba de su tobillo, cuyos tendones intentaban arrastrar hacia la orilla de la cama su denso cuerpo, el aire se enrareció tomando un sabor metálico dulce, y el cielo que se veía por la ventana de mi cuarto, era una mancha de tinta carmesí, que se arrastraba por el vidrio, y que de un instante a otro se apoderaría completamente de el, en el mismo instante en que la tierra crujió bajo nosotros…

8 comentarios:

Kira Luzbel dijo...

Kira pasó por aquí.

~|[ Ari ]|~ dijo...

ejem ejem

Relatos de una almohada
Capítulo I, Tomo 2, edición 6, Libro 5 Versículo 32, anexo B, párrafo 87- 91<-----no entendi eso -o-

realmente estas loco -o-

[*Migue*] dijo...

Concuerdo con Ari =).
Me alegra "entender", de cierto modo, lo que escribes.

Maestro Rochi dijo...

Nuhur concuerda contigo , porque te quiere lamer los pies. solo lo aparenta. sorry, pero es la verdad

XD

[*Migue*] dijo...

Y no solo los pies :$.
Pero eso es algo que a ti no te concierne xD.

~|[ Ari ]|~ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
~|[ Ari ]|~ dijo...

WTF!!!

ok, pero mis pies saben feo xD

Maestro Rochi dijo...

probablemente asi es ... muuuy feos
nunca te fies de alguien bestia -o-