Relatos de una almohada
Capítulo III, Tomo 6, edición Horizonte, Libro tierra, rima asonante, anexo omega, subsección lamda.
Un golpe pasó por detrás de mi espalda, al momento en que la segunda mitad de ella se resigno al impacto. La rejilla que nos sostenía crujió junto con el resto de las costillas al unísono de un solo himno. Era aquel personaje un conocido, ya sabes, ese tipo de personas con el que ya has trabajado en labores parecidas, todos sabemos que no todos tienen un talento natural para encontrar sus encargos en un mundo tan grande como este, pero tampoco es extraño encontrarse con un excompañero de trabajo, sobre todo cuando se trata de un área de desempeño tan limitada y exclusiva como lo es el homicidio selecto, también es bien sabido que sus honorarios son acordes a su peligro.
Unos 2 segundos antes de que la rodilla me flaquera, aproveché la energía que me iba quedando para escapar de el ascensor, asegurándome de llevarme el limpia vidrios con migo. ¿Cuánto habrá ganado por este encargo?, si no entiendes de lo que hablo, pues te explico, usualmente soy contratado para eliminar o disuadir individuos de gran estatus social, o una poderosa influencia. El punto es que en general esas victimas son civiles, y el precio solo por buscar a alguien peligroso, asciende en varios ceros su valor, y carece de significado para la mayoría de las personas. ¡Demonios¡ aquí viene de nuevo.
Esto ya lleva menos de un minuto, pero insisto en que se esta alargando demasiado. Mejor le preparo un regalo a ese bastardo. Si me pudiera acercar a unos 3 metros aunque sea de frente, podré acertarle seguramente, ¿Cómo lo abra hecho para alcanzarme desde el ascensor en tan poco tiempo?...
…Maldito con que intentas esconderte entre la gentuza. No importa, te conozco lo suficiente para saber que me esperaras para asaltarme desde corta distancia, espero que tanto lío valga la pena, y que me den una buena paga. Debí preocuparme más por el valor de la cabeza de este tipo, ¿pero que es lo que abra hecho? Debí preguntarle en que embrollo esta metido antes de matarle, digo: es mi amigo y lo matare porque un desconocido me pagara supuestamente una cantidad significativa por él.(tomando el walkie talkie) –Hugo, cambio de planes, quiero que le des en el hombro, y trata de que quede consiente, cambio…
…-¡¡¡Ahora si te tengo!!! Con su cara al alcance de un golpe de energía (sí has visto algo como dragoonball, sabrás de lo que hablo), la persecución, el asecho y la vitalidad desprendida, se ocupo en vano. La camisa estaba empapada de un liquido rojo, y un trozo de plomo había atentado contra mi vida, aunque el hombro no lo sentí, puedo afirmar que el tiro paso por ahí. Nunca se contrata a una persona para buscar otra de su categoría. Y dos siempre es mejor que uno, no importa como lo mires…
…A la próxima contrataré un mejor tirador, o uno más inteligente. Además lento el imbecil, le descontare de su paga. Las heridas causadas por ese disparo, probablemente me dejarán un par de meses, fuera del negocio.
